«Para abordar de manera eficaz la creciente epidemia de diabetes tipo 2, es necesario que elevemos la disglucemia a un nivel más alto de prioridad cuando se detecta en combinación con otros factores de riesgo conocidos de diabetes (por ejemplo, sobrepeso/obesidad, antecedentes familiares de diabetes tipo 2 y estilo de vida sedentario). En otras palabras, la comunidad médica debe comenzar a llamarla por su nombre: diabetes tipo 2 en sus primeras etapas. Algunos expertos han sugerido un cambio en la nomenclatura de la prediabetes para centrar la atención en las personas con mayor riesgo de progresión.»
Autores