«Las dietas cetogénicas bajas en carbohidratos han despertado un renovado interés en el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2.
Estas dietas promueven la pérdida de peso, mejoran el control de la glucemia y reducen la resistencia a la insulina. Sin embargo, es controvertido si las mejoras en el control de la glucemia y la sensibilidad a la insulina son secundarias a la pérdida de peso o son resultado de un efecto directo de la hipercetonemia.»
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