«La variabilidad glucémica es actualmente un desafío clínico en la búsqueda de la optimización del control glucémico en la diabetes tipo 1 (DM1). Este control es importante para evitar el desarrollo de complicaciones y para promover una adecuada calidad de vida. El contaje de hidratos de carbono representa una piedra angular para la estimación de la insulina prandial (1). Sin embargo, a pesar de aplicar esta estrategia, muchas personas con
DM1 experimentan episodios de hiperglucemia e hipoglucemia, es- pecialmente después de consumir alimentos con un alto contenido de proteínas o grasas (2). Además del método de contaje de hidratos de carbono, existen otros aspectos de utilidad para mejorar el ajuste de las dosis de insulina. En este artículo revisaremos dos pares de “herramientas alimentarias”: el índice glucémico y la carga glucémica, por un lado, y el índice insulínico de alimentos y la demanda de insulina alimentaria por otro»
Karla Meneses Pérez
Dietista Nutricionista y educadora en diabetes. Máster en antropología social y cultural
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