«En 1921 se descubrió la insulina siendo una revolución en el tratamiento de las personas con diabetes tipo 1. La administración desde ese momento hasta hoy no ha cambiado demasiado siendo mediante inyección subcutánea con jeringa o pluma o mediante bomba de insulina. Durante más de un siglo ha habido una evolución en el instrumento donde introducir la insulina para posteriormente ser administrada. En el inicio se utilizaban jeringas y agujas reutilizables, que se esterilizaban por medio de ebullición. La insulina era almacenada y comercializada en viales de cristal. Las agujas para su aplicación eran de un calibre grueso, de gran tamaño y después de ciertas aplicaciones requerían ser afiladas utilizando una piedra pómez. Las aplicaciones eran intramusculares, dos veces por día y los volúmenes de aplicación eran de 5 a 18 ml (1).»
Inmaculada Navarro García.
Enfermera Educadora en Diabetes.
Hospital de Llíria (Departamento de Salud Arnau-Llíria), Valencia.
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