«En la actualidad, el ejercicio físico es considerado uno de los pilares fundamentales del tratamiento de la diabetes, junto con la dieta y la medicación.
El principal efecto beneficioso del ejercicio es que permite un mejor control metabólico de nuestro cuerpo, al aumentar la utilización de la glucosa y la sensibilidad a la insulina. Además, nos ayuda a cuidar nuestro corazón y a reducir el riesgo de otras enfermedades, como la hipertensión, la hiperlipidemia y la obesidad.
Por tanto, es recomendable que todas las personas con diabetes realicen actividad física de manera regular.»
SED