«El manejo de la fragilidad en la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) emerge como un desafío crítico en la atención médica
actual. La interacción de estos dos factores de riesgo complejos requiere un enfoque holístico y personalizado para garantizar resultados óptimos en la salud de los pacientes afectados. A medida que la población envejece y la prevalencia
de la diabetes aumenta resulta imperativo abordar la fragilidad como un componente clave en la toma de decisiones
clínicas.
Por este motivo, el cribaje de fragilidad en personas con DM2 se vuelve crucial para identificar de manera precoz a aquellos que podrían beneficiarse de intervenciones específicas. Una vez detectados los pacientes potencialmente
frágiles, se debe evaluar el grado de fragilidad en el que se enmarcan a través de una valoración geriátrica integral (VGI),
lo que proporciona una visión completa de la salud del paciente. De esta manera, se podrán implementar estrategias
terapéuticas individuales, farmacológicas y no farmacológicas, que aborden sus necesidades físicas, sociales y psicoemocionales y ofrecerle la mayor calidad de vida posible, clave en fragilidad.»
frágiles, se debe evaluar el grado de fragilidad en el que se enmarcan a través de una valoración geriátrica integral (VGI),
lo que proporciona una visión completa de la salud del paciente. De esta manera, se podrán implementar estrategias
terapéuticas individuales, farmacológicas y no farmacológicas, que aborden sus necesidades físicas, sociales y psicoemocionales y ofrecerle la mayor calidad de vida posible, clave en fragilidad.»
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